En los campos de castilla en verano el sol caia sobre el trigo que cogia el mismo color dorado de este , ,eso no impedia que los campesinos con el sudor en la frente lo cosecharan y con el molino movido por el agua que bajaba de las montañas lo conviertieran en harina para despues hacer pan en los hornos de leña que entonces existian en muchos hogares .
Yo era el niño al que le gustaba escuchar el agua el agua de la presa al chocar con las palas de el molino y sentir en mi rostro el polvo de la harina al ser molida en aquel campo entre dos rios.
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