En las afueras de mi pueblo en Leon se fabricaban las tejas con la arcilla roja que el lugar daba en abundancia ,a lado con esas mismas tejas superpuestas habia un manantial y en verano bebiamos el agua que caia por una la curvatura de una teja boca abajo , con trozos de tejas jugabamos en el rio ,las tirabamos a ras del agua a ver cuantas veces la tocaban si caer al fondo , en las mañanas de invierno al despertarnos lo primero que veiamos eran los tejados cubiertos de hielo y muchas veces de nieve en las navidades de nuestra infancia .
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